Luego de un domingo de elecciones
parlamentarias sobre las postrimerías del mes de octubre en la Argentina, en el
mismo día donde se conmemora el tercer aniversario de la muerte de Néstor
Kirchner.,los simpatizantes, militantes y funcionarios que adhieren al
Kirchnerismo, se expresan a través de las redes sociales con fastidio, enojo y
furia. Los resultados electorales le han sido desfavorables al oficialismo, y
pareciera que esto no puede terminar de ser digerido por los militantes kirchneristas.
A manera de defensa que pudiera clausurar
cualquier tipo de debate, el mensaje que los unifica es el sostener que, “ El
FPV sigue siendo la primera minoría a nivel nacional, aumentando en cinco
bancadas su numero de representantes en la Cámara de Diputados” . Dato
totalmente cierto desde lo numérico en cuanto se trata de exponer resultados
fríamente ,porcentajes que permiten el acceso a una banca, sin analizar las
derivaciones que estas elecciones traerán para el futuro político argentino.
Pero esta certera conclusión en
cuanto a la primacía a nivel nacional de su fuerza política, pretende
desconocer algunos detalles:
a)
Las elecciones a nivel nacional, se definen en la
Provincia de Buenos Aires. A pesar de la forma de gobierno federal que el país
ha adoptado; desde la reforma constitucional del año 1994 que convirtió a todo
el territorio nacional en distrito único, la mayor concentración de votantes
por lejos de todo el país define de casi forma segura cualquier elección.
Cualquier agrupación política que logre una ventaja superior a diez puntos (lo
que representa una cantidad de votos cercana al millón de votos) resulta
indescontable aún logrando ventajas escandalosas en otras provincias.
b)
El primer lugar como minoría nacional del Frente para
la Victoria, pese a perder en los cinco distritos con mayor cantidad de
votantes se explica porque en cada uno de ellos perdió con cinco fuerzas
políticas provinciales de distinto origen (Mendoza a manos de la UCR de Cobos,
Santa Fe por parte del Frente Progresista de Hermes Binner, Córdoba a través
del Peronismo Cordobés de Juan Manuel De la Sota, Buenos Aires con el Frente
Renovador de Sergio Massa
y la Ciudad Autónoma
a expensas del PRO de Mauricio Macri), por lo que la sumatoria de todos los
votos obtenidos por los vencedores en esos distritos se vuelven imposible.
Hasta aquí, la aclaración acerca
de que los números se pueden leer como fríos porcentajes o se le puede dar una
lectura política que sin manipular los datos permiten llegar a una distinta
conclusión.
En otros orden de cosas las dos
derrotas que logran la ebullición del torrente sanguíneo de los K, son las que
se produjeron en la Provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal.
En estos dos territorios, los vencedores cumplen casi todos
los requisitos que los convierten en blancos apetecibles de los dardos
kirchneristas, a saber:
-
Mauricio Macri,
es un defensor de políticas neoliberales desde el discurso noventista que tiene
como mayor bandera la muerte de las ideologías y la primacía de la eficiencia
en la gestión por sobre los principios políticos. Y esa eficiencia en la
función pública, no excluye la privatización de diversas áreas propias de la
administración pública. Sin perjuicio de
solapar sus posiciones, Macri puede ser identificado fácilmente como un
discípulo de las políticas menemistas. Y el apoyo recibido por el partido de
Macri por parte del electorado porteño, transforma a Macri, al Pro y a los
porteños en la cuna de las políticas más
regresivas, según la interpretación del oficialismo. El kirchnerismo olvida que
hace tan solo dos años, Cristina Kirchner ganó ampliamente en las elecciones
presidenciales en este mismo distrito que hoy parece estar poblado de oligarcas.
Porque el FPV, no puede hacer pie en la Capital? La respuesta que los porteños
son una banda de reaccionarios, parece bastante limitada. Habría recordar que
durante dos períodos esta Ciudad fue gobernada por Anibal Ibarra, el primero de
ellos bajo las boletas del FREPASO (organización a la cual pertenecieron un
cantidad significativa de actuales funcionarios del gobierno nacional) y el
segundo de ellos ( posterior a la crisis del 2001) bajo una agrupación neo
kirchnerista.que tuvo que dejar su cargo después de la tragedia de Cromagnon como
producto de un proceso de destitución en la cual votaron a favor de su caída
algunos legisladores que llegaron a la Legislatura Porteña
como parte de las boletas del partido de Macri y después migraron hacia el
kirchnerismo (Chango Farías Gomez).
-
Sergio Massa. Ex
Presidente de la ANSSES y ex Jefe de Gabinete del actual gobierno nacional,
decidió abrirse del paraguas oficialista cuando desde la Casa Rosada estaban
ocupados apuntando todos sus cañones contra el Gobernador de la Provincia de
Buenos Aires, Daniel Scioli a quien señalaban como el político que, con un
caudal importante de votos y porcentajes bastante altos de imagen positiva
sería el protagonista de la traición al proyecto nacional y popular. Mientras
el Vice Gobernador de la Provincia, Gabriel Mariotto se convertía en el
comisario político del kirchenirmo en La Plata; los distintos miembros del
Gabinete Nacional lo trataban a Scioli de tibio, mal administrador, de no
aguantar los trapos y otras delicias. Sin dejar de mencionar la negativa del
Gobierno Central de mandar a la provincia remesas extraordinarias para poder
solucionar un conflicto con el gremio docente que estuvo a punto de prenderle
fuego la provincia. A
horas del cierre de listas, a Scioli le fuer negado cualquier tipo de
posibilidad de tener parte en el armado de la lista de diputados provincia y
por motivos que solo el Gobernador conoce decidió cerrar cualquier tipo de
negociación con Massa y Francisco De Narvaez para quedar defendiendo pese a
todo, el proyecto de Cristina Kirchner. En un secreto guardado hasta último
momento, Massa decide largarse a la contienda con una lista de diputado
conformada por intendentes, ex funcionarios y empresarios que hasta hacía media
hora formaban parte de los aplaudidores de primera fila de los actos oficiales.
A eso le sumo un grupo de veinte intendentes hasta hace muy poco tiempo le
rendían pleitesía al poder central. Como un detalle más, conformó un equipo
técnico de asesores en el área económica, conformado por dos ex ministros de
Economía del kirchnerismo (Lavagna y Peirano) y un ex Presidente del Banco
Central del mismo Gobierno (Martín Redrado).
Con la escuela
Scioli como espejo, Massa llegó a la primarias expresando un
cúmulo de ideas vagas sobre su proyecto. Con una estrategia de marketing,
tipicamene estructurada por un asesor de imagen, derrotó en las PASO a un candidato
que tuvo que ser llevado de la mano por la Presidenta a todos los actos con el
solo el fin que el electorado tuviera registro acerca de quien era ese
intendente de Lomas de Zamora que contaba con un bajísimo nivel de conocimiento
en el electorado bonaerense. Triunfante en la primarias, Massa empezó a tomar
la iniciativa y empezar a marcarle la agenda al gobierno. Su anunció de
presentar un proyecto de ley para implementar un sistema móvil para el
incremento para el mínimo no imponible de la cuarta categoria del impuesto a
las ganancias, que empezaba a afectar a una gran cantidad de trabajadores en
relación dependencia; obligó al Gobierno Nacional al incrementar los mínimos no
imponibles y subir la capacidad de facturación de los monotributistas (dos
medidas que el Gobierno Nacional se había empecinado en no modificar por más de
dos años y afectaban seriamente a un grupo importantísimo de trabajadores). El
incremento del Salario Mínimo, Vital y Móvil, con un aumento superior al pedido llevado a la mesa de negociaciones por la C.T.A. de Hugo Yansky y la
C.G.T. de Antonio Caló ( en un accionar bochornoso de esas dos centrales de
trabajadores, que terminaron pidiendo menos que lo que el Gobierno estaba
dispuesto a otorgar). El aumento de las Asignación Universal por Hijo y el
monto de la
Jubilaciones Mínimas ,
conformaban un paquete de medidas tendientes a recortar los cinco puntos
que Massa le había sacado a Insaurralde y poder revertir la tendencia de la Primarias. La sorpresiva
enfermedad de la Presidenta, obligó a Daniel Scioli a ponerse la campaña del
Frente para la Victoria sobre sus hombros. De enemigo latente, potencial
traidor a convertirse en la esperanza para que las elecciones no se
convirtieran en una mayor derrota que en las primarias; Scioli quedó entrampado
en la lógica kirchnerista de tener que asumir todos los costos de una eventual
derrota y dejándole una parte importante del camino libre a Massa para
convertirse, por lo menos en la teoría, en transformarse en la oposición
concreta de dividir al kircherismo.
Con este
panorama los intendentes de conurbano, empezaron a analizar preocupados como la
derrota de Insaurralde podría poner en serio riesgos la gobernabilidad de sus
municipios y por ello con el habitual olfato peronista, muchos de ellos
repartieron un combo de boletas compuesta por la lista de Massa para
legisladores nacionales y la propias para cada uno de su distritos.
Quince días
antes de las elecciones, aparece el famoso video de Juan Cabandié que pudo
lesionar en algún punto las posibilidades de Filmus, pero que en la lucha
bonaerense no movió el amperímetro.
Con esta
descripción del escenario político, y cuando el proyecto kirchnerista se
transforma el gobierno más extenso en la historia de la democracia argentina
sumando los gobiernos de Néstor y Cristina (con una extensión superior a los
gobiernos de Perón y Menem), los resultados del 27 de octubre son tomados por
sus simpatizantes, de acuerdo a la intensidad de su enojo como:
1)
La incomprensión del pueblo, hacia la epopeya encarnada
en este proyecto y que produjo la devolución de la dignidad al pueblo argentino
y que corresponde a la decisión política encarnada en el matrimonio
presidencial.
2)
El triunfo de la influencia de los medios monopólicos
para pode influir y de esta manera engañar a los votantes acerca del proceso
revolucionario vigente.
3)
La vuelta del proceso liberal, apoyada por el voto
popular y que encuentra su fundamento en la inacabable voracidad popular de tener
cada vez más poder adquisitivo.
4)
Un fuerte desagradecimiento a quienes encarnaron el
proyecto más transformador en los doscientos años de historia argentina.
5)
El fin de un proyecto que hizo realidad los sueños de
la denominada “juventud maravillosa” de los años setenta, y que incorporó a la
juventud como protagonista de la transformación redistributiva más importante
de la Argentina.
Pareciera
necesario aclarar que el 54% de votos obtenidos por Cristina Kirchner hace solo
dos años (y que sirvió como argumentó para clausurar toda discusión acerca de
una distinta apreciación sobre las bondades de este gobierno) fue emitido por
los mismos electores (con la incorporación de los jóvenes mayores de dieciséis
años) que este veintisiete de octubre decidieron restarle dos millones de votos. Si
bien las elecciones legislativas son el escenario donde los votantes parecen
elegir de manera no tan condicionada, permitiéndose votar a agrupaciones que no
elegirían si se tratara de comicios donde se ponen en juegos cargos ejecutivos
( el caudal de votos de Carrió en Capital Federal y del Frene de Izquierda a
nivel nacional difícilmente puedan ser repetidos en una elección presidencial).
Para los que quieren dar por enterrado al kirchnerismo, es bueno hacerles saber que pese a la imposibilidad constitucional de CFK de ir por un nuevo mandato presidencial, la sobrevivencia o no de esta línea política dependerá más de su capacidad de estar alejada, aunque sea momentáneamente, de las cajas de Estado; que de la aparición de nuevos proyectos políticos con discursos de centro izquierda con verdadera vocación de poder.
Con un panorama escaso de certidumbre, tanto en lo político como en lo económico, nadie puede encarnar con sincera convicción la paternidad sobre los resultados electorales de este último domingo de octubre.
Para los que quieren dar por enterrado al kirchnerismo, es bueno hacerles saber que pese a la imposibilidad constitucional de CFK de ir por un nuevo mandato presidencial, la sobrevivencia o no de esta línea política dependerá más de su capacidad de estar alejada, aunque sea momentáneamente, de las cajas de Estado; que de la aparición de nuevos proyectos políticos con discursos de centro izquierda con verdadera vocación de poder.
Con un panorama escaso de certidumbre, tanto en lo político como en lo económico, nadie puede encarnar con sincera convicción la paternidad sobre los resultados electorales de este último domingo de octubre.